¿Y cómo reducirla en el sector de la construcción?
Comencemos por el inicio: ¿Por qué se está calentando la Tierra? Por la acumulación de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.
Estos gases absorben la energía infrarroja del sol y se crea el efecto invernadero, es decir, un aumento de la temperatura. Algunos de estos gases son: dióxido de carbono (CO2), óxido nitroso (N20), metano (CH4), ozono (O3) y vapor de agua (H2o).
En un contexto normal, este efecto permite que exista vida en la Tierra, pero con la actividad humana, las emisiones han aumentado de forma drástica y, como consecuencia, también la temperatura del planeta.
Dióxido de Carbono
Uno de los gases de efecto invernadero más común es el dióxido de carbono. Dentro de las actividades humanas que lo emiten está la combustión fósil (carbón, petróleo y gas natural), la tala y quema de bosques y la fabricación del cemento.
Es por esto que el CO2 se usa como referencia para el resto de gases de efecto invernadero en la huella de carbono.
Pero, ¿qué es la huella de carbono?
La huella de carbono es una medida utilizada para cuantificar la emisión del conjunto de gases de efecto invernadero (GEI), generadas directa o indirectamente por personas, organizaciones, empresas e incluso servicios y productos.
Esta medida sirve para conocer cuánta es la contaminación que se genera y, por lo tanto, cuánto se está contribuyendo al calentamiento global.
La huella de carbono se mide en toneladas de dióxido de carbono equivalente (CO2).
Enfoques para medir la huella de carbono
Existen distintos métodos y normativas internacionales para medir la huella de carbono, pero hay algunos enfoques reconocidos para cuantificarlos:
- Corporativo: Evalúa las emisiones directas e indirectas de una organización dentro de un determinado periodo para establecer un sistema de gestión adecuado de estas.
Ciclo de vida de un producto o servicio: Evalúa la huella de carbono a lo largo de toda la cadena de valor hasta el término de su vida útil. - Enfoque personal: Evalúa las emisiones de gases de efecto invernadero directas e indirectas de una persona basándose en sus hábitos de consumo.
- Enfoque de eventos: Evalúa la huella de todos los procesos realizados para un evento, desde la planificación hasta la finalización de este.
- Efecto territorial: Evalúa las emisiones de un área específica para determinar el impacto global de un territorio.
- Enfoque por industria: Evalúa las emisiones de un sector productivo para determinar su impacto en el cambio climático.
Huella de carbono en la construcción
Según la ONU, las ciudades ocupan el 3% de la superficie del planeta, pero emiten el 75% de las emisiones de carbono (CO2). Además, consumen entre el 60 y 80% de energía. Por otro lado, casi el 40% de las emisiones de CO2 en el mundo estuvo asociada a la construcción en 2018.
Las fuentes de carbono en una edificación están reflejadas en su ciclo de vida, fundamentalmente asociada a los procesos y actividades que permiten su construcción.
Situación en Chile
En 2019 se estableció la Mesa Huella de Carbono Sector Construcción, un convenio entre el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Instituto de la Construcción. En conjunto, identificaron tres niveles de trabajo para reducir la huella de carbono en el sector de la construcción:
- Sectorial
- Edificación (certificaciones)
- Productos (ecodiseño)
También establecieron ejes de trabajo:
- Levantamiento de base de datos de huella de carbono para el ciclo completo de la edificación.
- Metodología de monitoreo, reporte y verificación de la huella de carbón.
- Metodología para calculadora de huella de carbono para estimar impactos desde la etapa de diseño.
Cómo disminuir la huella de carbono en la construcción
Generar todas las herramientas posibles para frenar el cambio climático es el deber de todos, sobre todo de quiénes trabajamos en el área de la construcción por su gran impacto en el calentamiento global.
Trabajar en una construcción sostenible es una tarea fundamental. Y esta debe contar con:
- Materiales que cuenten con nuevas tecnologías, acero de alta resistencia, y re-utilización de materias y materiales, tales como áridos y aceros reciclados, entre otros.
- Optimizar los diseños estructurales para evitar un uso innecesario de material.
- Emplear criterios de diseño que otorguen resiliencia sísmica a las estructuras, permitiendo aumentar la vida útil con menores costos de reparaciones post-terremotos.
En Barú estamos comprometidos a diseñar proyectos sostenibles y resilientes. Queremos que la construcción sostenible se siga desarrollando en Chile y que desde la construcción frenemos el calentamiento global.
Si quieres saber más, contáctanos.